Diego Sanjuán tiene 50 años, es piloto de avión y hace poco tiempo descubrió su pasión por el Taekwondo en el Club Nordelta. Con tan sólo dos años de preparación, logró ganar 3 medallas en el Mundial de Mar del Plata. El mismo se realizó entre el 28 de octubre al 2 de noviembre, con 2000 competidores de más de 50 países, que buscaban medallas en las cuatro disciplinas: Lucha, Formas, Roturas de Potencia, y Técnicas Especiales.
“Mi hijo Santiago empezó a entrenar a los 5 años y ya hace 11 que viene al Club Nordelta. Yo estuve más de 6 años mirándolo de afuera, y un día me sumé. Mi primera presentación fue el año pasado en el Torneo Panamericano en Mar del Plata, y gané dos medallas. Y ahora fue la primera vez que se hizo el Torneo Mundial en Argentina. El profesor Juan Cruz Di Leo nos alentó a que participáramos, y tuvimos un entrenamiento fuerte”, explica Sanjuán con entusiasmo.
Diego atribuye el interés a estar muy atento a la práctica de su hijo Santiago. A dos años de haber arrancado, está con cinturón punta negra, a un paso del cinturón negro. Ahora también su pareja, María Magdalena se sumó a la práctica de Taekwondo. Su rutina como piloto de avión e instructor de vuelo maneja horarios disímiles. “Hay días que salgo a las 4 de la mañana y vuelvo a la tarde. Volar requiere mucha responsabilidad, y estás en un ambiente hostil, presurizado, con ruidos, turbulencias… Estás mucho tiempo sentado. Y genera mucho stress. Encontré en el Taekwondo un cable a tierra”, define.
Una competencia importante
La IX ITF World Cup se hizo por primera vez en Argentina, con sede en Mar del Plata. Fue una semana completa en la feliz, en la cual los deportistas del Club Nordelta viajaron con sus familias, y su entrenador estuvo presente apoyándolos.
Diego Sanjuán logró 3 medallas en el Mundial de Taekwondo, consagrándose Campeón en Lucha, Formas y Técnicas Especiales. Por su parte, Aram Terizan -otro deportista de Club Nordelta- obtuvo el tercer puesto en Lucha.
“Nadie viaja de Europa a un Mundial en Argentina sin tener perfiles fuertes. Inglaterra y Nueva Zelanda trajeron seleccionados grandes. También hubo deportistas de Ucrania, Eslovenia, Suecia, Chile, Colombia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Austria... Fue muy relevante la experiencia”, destaca Sanjuán.
Un grupo de pertenencia
Taekwondo tiene una amplia oferta de clases divididas por edades en la grilla de Club Nordelta. Los chicos de 4 y 5 años entrenan los martes y jueves 17 horas; entre 6 y 9 años, los lunes, martes, jueves y viernes a las 18 horas; de 10 a 13 años, lunes, martes, jueves y viernes a las 19; juveniles y adultos, tienen clases los lunes, martes, jueves y viernes a las 20:30 horas, y los sábados a las 11 horas.
“Es una disciplina donde el profesor tiene un valor especial. Porque se crea un vínculo muy respetuoso, con muchos valores lindos. Mi hijo había entrenado en otros lugares, pero al venir al Club notamos que Juan Cruz era la persona para entrenarlo -dice Diego, sobre lo particular de entrenar en un entorno cuidado-. Me involucré mucho con la disciplina en cierta manera. Venía dos veces por semana a traer a mi hijo, veía un montón desde afuera, y algo se encendió en mí a los 48 años, por eso empecé a practicar. Entrenar juntos es muy lindo. Nos alentamos mucho”.
Una filosofía de vida
Las artes marciales tienen características distintas. La filosofía del Taekwondo se basa en cinco principios que contienen elementos de las filosofías chinas del confucionismo, y que tienen influencias del inmenso nacionalismo coreano. Los principios son: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable.
“Desde el día uno noté que es un deporte que te ordena. En el caso de los chicos, no se pueden pegar en la cara. Hay mucho respeto. Ayuda mucho a los chicos hiperactivos, con problemas de concentración. Es una disciplina que hace muy bien -argumenta el deportista, quien además destaca la pertenencia al Club Nordelta-. El grupo es muy fuerte. Juan Cruz es un líder muy querido, un tipo de un corazón muy grande. Tiene una capacidad técnica por la que podría estar haciendo otras cosas, pero sigue siendo instructor de niños y gente nueva, porque te das cuenta que lo apasiona”.