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Nuevos párrocos para la comunidad católica de Nordelta

Los padres Checo y Juan Manuel ponen foco tanto en lo espiritual como en la solidaridad. Qué esperan del papado de León XIV.

Los padres Checo Avellaneda y Juan Manuel Bianchi Jazhal trabajaron siete años juntos en la Catedral de San Isidro. Ahora, otra vez juntos, están a cargo de la guía espiritual de la comunidad católica de Nordelta, como flamantes párrocos de la Sagrada Familia y la Santísima Trinidad.

La comunidad católica local está contenida en dos parroquias. Sagrada Familia es la iglesia que está en Nordelta Centro y abarca toda el área de la Ciudad hasta la ruta 27. Desde febrero pasado, Carlos “Checo” Avellaneda es el párroco de esa iglesia.

Santísima Trinidad es la parroquia que encabeza la capilla Divida Providencia, que está en el acceso al barrio Santa María de Tigre, y a la que mucha gente conoce más por ese nombre. De esa parroquia además dependen las capillas Todos los Santos, de Villanueva; Nuestra Señora del Rosario, en Barrio San Luis, y Cristo del Perdón, en el ALGE. Desde marzo, Juan Manuel está a cargo de todos esos templos.

Una comunidad comprometida

“En Sagrada Familia me encontré con una comunidad muy viva, con muchos laicos comprometidos, con una gran espiritualidad”, dice el padre Checo.

“En Santísima Trinidad me sorprendió la cantidad de jóvenes: es la parroquia con más jóvenes de toda la diócesis. Es también una comunidad muy organizada, con mucha iniciativa y con un montón de potencial en distintas áreas pastorales, con gente con mucho entusiasmo”, agrega el padre Juan Manuel.

El padre Checo Avellaneda cuenta con una larga experiencia pastoral. Tiene 45 años de sacerdocio, estuvo al frente a las parroquias Santo Cristo en San Isidro, Nuestra Señora de la Guardia de Florida, Nuestra Señora de la Merced de Béccar y 7 años al frente de la Catedral de San Isidro. Estudió en Roma teología del matrimonio y espiritualidad matrimonial. Y durante 15 años se dedicó a la formación en el seminario de la diócesis, de los cuales 13 fue rector de la institución.

El padre Juan Manuel, al que muchos dicen “Turco”, conoce muy bien la zona: su familia es de Pacheco, fue al colegio en Don Torcuato. Como seminarista y diácono, vivió en el barrio La Cava. Hoy lleva 9 años de ordenado sacerdote y fue diácono en la Catedral de San Isidro, donde focalizó su trabajo en los jóvenes y los colegios de la zona. Llega con el desafío de atender cuatro capillas simultáneamente: “Me encanta patear de un lado para el otro todo el tiempo”, se ríe.

Santísima Trinidad tiene como desafío “el trabajo con los jóvenes y la articulación de las distintas realidades sociales dentro de la parroquia”. Parecido el objetivo del padre Checo en Sagrada Familia: trabajar sobre la solidaridad, el foco en el otro, en las comunidades que no han sido tan beneficiadas como la de Nordelta.

“Encontramos gente buena, siempre dispuesta”, coinciden. “Tenemos que trabajar que el Evangelio tiene esa visión de solidaridad, de estar para el otro, del compromiso social”, agregan.

La misión del Papa León XIV

Días atrás asumió un nuevo Papa, León XIV, luego del fallecimiento de Francisco. “En esta nueva etapa, espero renovación en la continuidad -dice el padre Checo-. Cada sucesor de Pedro es una persona distinta y entonces, un pastor diferente. Ninguno es la fotocopia del anterior ni la versión mejorada o empeorada de su predecesor. Cada nuevo papa es diferente y, siendo dócil al Espíritu Santo que vivifica a la Iglesia, espero la renovación de la vida eclesial, pero no una revolución. Renovación y continuidad. Eso es la Iglesia hace 21 siglos”. “Me gustaría que León XIV continúe el legado eclesial de Francisco con todo lo nuevo y lo enriquecedor de su carisma y pastoreo propio", añade el padre Juan Manuel.

Los dos trabajarán con otros sacerdotes en sus parroquias. Por ejemplo, en el Colegio Pironio el padre Daniel Prada atiende al jardín de infantes, Juan Manuel se ocupará de la comunidad de primaria y secundaria, y Checo, de la pastoral familiar.

En el Michael Ham, está el vicario Augusto Zampini, un experto en ecología, que estuvo 5 años en Roma, da clases en la Universidad y ahora viaja a Corea a dar una conferencia sobre el tema.

Como un equipo, y con la experiencia de ya haber trabajado juntos, todos trabajarán por la comunidad católica local.

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