“El área de Consorcios de la Asociación Vecinal presenta una madurez importante. Cuando yo entré a trabajar en 2009 estaba Portezuelo y algunos edificios en la Bahía. Luego empezaron a desarrollarse más propiedades horizontales. Entonces AVN se adaptó a la demanda de los nuevos vecinos”, explica Pablo Ciancaglini, intendente adjunto de Consorcios en AVN.
Ciancaglini vive en el bajo de San Isidro y hace 16 años que viaja diariamente a Nordelta para desempeñarse como intendente de consorcios, un rótulo que se debe a su expertise en los barrios que tienen edificios.
Conoció la Ciudad en 2007, cuando trabajaba en una desarrolladora que construyó un edifico. En 2009 fue elegido Intendente del barrio Portezuelo y desde ahí no paró. “Son distintas las necesidades en un barrio de casas a las de uno con edificios. Te diría que las urgencias son diferentes, aunque ambas lo sean. Si se rompe una bomba de agua en una casa, cerrás la llave de agua y esperás a que la reparen, sabiendo que una familia tiene una necesidad. En el caso de un edificio, se queda sin agua mucha gente en poco tiempo, y necesitás resolverlo con una celeridad mayor”, explica Pablo.
Proyecto Las Vilas
En la intendencia se trabaja con una aceitada coordinación entre intendente, encargado de barrio (si lo hubiese) y auxiliares de consorcios. Todos los temas sin informados mediante un sistema que permite asentar los requerimientos de los vecinos. Con la app LinkUp, se lleva un control de todas las acciones de los auxiliares, para dar seguimiento y una solución a cada situación que lo requiera.
En este momento, el intendente se ocupa del nuevo barrio Las Vilas, que se encuentra sobre la Avenida de los Lagos, muy cerca del barrio El Palmar. Contiene tres consorcios: Town Kiri, Millenia y Serenity.
El complejo residencial Town Kiri tiene 40 unidades funcionales distribuidas en 8 núcleos. Ya viven 15 familias en este lugar. Por otra parte, Millenia tiene un 60% de ocupación, y Serenity aún está en desarrollo. “Cuando un vecino se muda a un barrio nuevo, que todavía está en obra, hay que tener mayor atención a los temas que puedan emerger. En este momento, se está trabajando en el desarrollo de un cerco vivo. En breve tendremos un cartel institucional. Son elementos importantes para la identidad de un barrio”, explica Pablo.
El modo de trabajo
“Los nuevos vecinos buscan una vida confortable, tranquila y rodeada de naturaleza. Como administradores, en AVN procuramos acompañar su día a día, y tratamos de solucionar todos los inconvenientes que puedan surgir”, explica Ciancaglini, desde su amplia experiencia.
La receta parece ser el trabajo grupal: “Yo soy, por mi equipo. Siempre pienso que brindar soluciones a los vecinos es como un motor en funcionamiento. Si alguna pieza falla, se ajusta o se cambia, pero el motor no se puede detener en dar respuesta al vecino”, asegura.
Otro valor que requiere el servicio que ofrece AVN al habitante de Nordelta es la empatía. “Entender al vecino, ponerse en el lugar del otro, escuchar, contener, y buscar las soluciones a los inconvenientes que pueda haber, es lo esencial. Tenemos un Código de ética que guía nuestro trabajo y conduce las decisiones que tomamos”, concluye Ciancaglini.
