Nordelta es una Ciudad sustentable y le da mucha importancia a la separación diferenciada de residuos sólidos urbanos y el tratamiento de los mismos. Es decir, diferencia los húmedos de los reciclables, y tiene un sistema de clasificación, retiro y traslado para su procesamiento que año a año mejora en cifras.
Separar residuos es un hábito que los vecinos nordelteños transformaron en una tradición. Cada vez que una familia se muda a la Ciudad comprende su importancia para reducir el impacto ambiental.
Hay tres elementos que permiten comprender la relevancia de este hábito de separar: primero, se evita que los residuos lleguen a rellenos sanitarios, con lo cual descomprimen los mismos y permite que funcionen mejor y se requiera de menor lugar para disponer los residuos; en segundo lugar, la separación permite que los reciclables se conviertan en nuevos productos, como los que hace Creando Conciencia: muebles de madera plástica, mates, perchas, útiles escolares, entre otros; y en tercer lugar, la separación y el reciclado generan empleo para muchas personas que confeccionan esos nuevos productos.
En cifras
Durante 2024, mejoraron varios indicadores del área de Medio Ambiente. Entre ellos, creció a un 55% el número de viviendas unifamiliares que saca reciclables al menos una vez por semana, como por ejemplo Los Castores, Las Tipas, Virazón, Barrancas del Lago y El Golf.
En los consorcios, durante el último semestre de 2024, ascendió al 30% el número de vecinos que separó correctamente materiales reciclables. Puntualmente en junio pasado se logró el máximo porcentaje de reciclado en los últimos 4 años (un 34% de material reciclable). Y se lograron recuperar más de 1260 toneladas de material reciclable entre enero y octubre.
Además, se pudo mantener el porcentaje de rechazo en un 11%, lo que representa un gran logro ya que el 89% del material que se separa en bolsas verdes es efectivamente recuperado y reciclado.
Un plan sustentable
El plan de gestión de residuos del área de Medio Ambiente de AVN está enmarcado en la resolución 190/24 del Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires. La misma establece que “los clubes de campo y barrios cerrados deben implementar un plan de separación diferenciada de residuos los sólidos urbanos (separación en origen y transporte, documentar la gestión, evaluación del procedimiento, y acreditación de envío de gestión reciclable”. Estas son tareas, que ya se venían desarrollando, incluyen además la gestión de residuos verdes, electrónicos, de demolición y obra, pilas y aceite.
El próximo paso está enfocado en la separación de residuos orgánicos domiciliarios. Se está trabajando en la metodología que tendrá para que los vecinos puedan colaborar en esta mejora.
En el camino de la Economía Circular
Lo que se suele denominar Economía Circular implica la reducción del impacto en la cadena de valor para generar nuevos productos y servicios, pero sin comprometer los recursos de generaciones futuras.
En este sentido, una de las novedades es que ahora todos los barrios y consorcios podrán colocar en sus bolsas verdes aquellos plásticos de un solo uso. Además de papel, cartón, plásticos comunes, tetrabrik, vidrio (botellas y frascos, siempre y cuando no estén rotos), telgopor y algunos metales (aerosoles y latas), las bolsas verdes también podrán contener bolsas de supermercado y las herméticas, el papel film, envoltorios de alimentos, palitos de chupetín, cubiertos y vasos descartables, sobres de café y de jugos, bolsas de alimento balanceado, sachets, maquinitas de afeitar (sin las navajas), lapiceras (sin el resorte ni la punta metálica) y cepillos de dientes, entre otros.
Con un mejor reciclado, la Ciudad es más sustentable.