“El trabajo de intendencia es muy particular y poco rutinario. Es un puesto en el que te ocupás de muchos rubros diferentes a la vez, y donde de algún modo vas aprendiendo como es el trabajo de todas las áreas” explica Gastón Noguera, quien trabaja en AVN como Intendente de La Alameda, el primer barrio de la Ciudad en construirse.
En la entrevista, explica cómo es la tarea de la intendencia, y los desafíos permanentes de monitorear el funcionamiento armónico de un barrio histórico. Su vida cambió apenas cumplió 18 años, cuando formó su familia -con su pareja Vanesa tuvieron dos hijos, Benjamin (19) y Joaquín (16)- y poco después, a los 20, ingresó a la Asociación Vecinal. Ahora, a sus 38 años, estudia la carrera de Administración en la Universidad Nacional de Luján.
“Cuando ingresé acá sentí que tenía una gran oportunidad. A mí me gusta mucho la naturaleza. En ese momento, de los 302 lotes del barrio, más de 30 todavía eran baldíos. Vi como creció todos estos años -rememora Noguera con cierta admiración por el crecimiento de la Ciudad-. La Alameda tiene muchos espacios comunes y eso le agrega un valor único. Nuestro Club House y su espacio verde es enorme. Hay más espacios para disfrutar, con mejores vistas, y también implica mucho más trabajo de mantenimiento”.
¿Cómo es ser intendente?
“En su funcionamiento, un barrio no deja de ser prácticamente una ciudad, donde un intendente se ocupa de que todo funcione, la gente viva en armonía, confort y sinténdose segura, en un lugar que esté estéticamente en condiciones”, asegura Gastón.
Con su atención dividida entre su pc, la pantalla de seguridad con las cámaras del barrio y la entrevista, Noguera pone énfasis en lo importante que es el trabajo preventivo, que puede ser el menos visible, para él y su grupo de trabajo, quienes son los primeros en acercarse a los vecinos cuando algo ocurre.
“Detrás de las urgencias, hay un plan de acción para optimizar recursos y adelantarse a posibles escenarios. El protocolo es importante. Si hay algún reclamo donde es preciso reportar a otra área de AVN, elevamos la cuestión mediante un requerimiento. Aunque muchas cosas se resuelven acá mismo. Desde la Intendencia, somos los primeros en dar respuesta cuando ocurre un evento. Antes de que llegue una emergencia, siempre estamos primero, mientras llega una ambulancia o un bombero”, define Gastón.
El equipo que da soporte
El intendente es un líder. Y como todo líder, su equipo es fundamental para el funcionamiento de la gestión. La Alameda es uno de los pocos barrios de Nordelta que tiene dos accesos: los proveedores sólo ingresan por la entrada cercana al Club House sobre la calle de los Fundadores, lo que descongestiona la entrada de vecinos y visitas por Avenida de Los Lagos. Eso requiere más gente en el trabajo cotidiano.
El grupo de la Intendencia de La Alameda está formando por 22 personas, entre personal de AVN, los jardineros, personas dedicadas a la seguridad, mantenimiento de lagos, etc. “La clave es el trabajo en equipo. Escucho mucho a las personas. Algunos están hace mucho tiempo y nos conocemos muy bien. En Nordelta aprendí que es muy importante escuchar y respetar las diferencias, porque cada persona es un mundo, y para solucionar problemas es fundamental ponerse en los zapatos del otro”, argumenta Noguera.
En su trabajo diario, define como permanente la comunicación con la directora del barrio y el consejo vecinal, ya que ellos acercan proyectos y temas emergentes entre los vecinos. “Además de los planes de contingencia para abordar distintos eventos, también existen situaciones impensadas donde se pone en juego la creatividad y capacidad resolutiva -remarca el intendente-. Gracias a la estructura que tiene AVN, podemos encontrar soporte en distintas áreas para abordar todas estas cuestiones”.
Un barrio en evolución
La Alameda es dinámico y se viene produciendo un cambio generacional entre sus vecinos. “Algunos de los primeros habitantes decidieron mudarse porque al crecer sus hijos e irse de la casa, les quedaba el hogar muy grande, entonces buscaron otra opción. Al mudarse familias con hijos más pequeños, se movilizaron algunos proyectos y las mejoras de algunos espacios”, cuenta Gastón.
Las obras muestran esa evolución del barrio. En estos momentos, por ejemplo, el Club House se está renovando, con la ampliación de su cocina, y se está construyendo un gimnasio. También hay un polideportivo con canchas de básquet, fútbol y vóley, canchas de tenis, y una cancha de pádel que se construyó recientemente y está siendo utilizada a toda hora.