“Controlamos las obras en construcción dentro de Nordelta. Es un trabajo que no sigue la estructura típica de una oficina. Estamos todo el tiempo dando vueltas por la Ciudad. Somos una oficina móvil y, mientras tengamos conexión, podemos sistematizar todo desde las notebooks”, dice Alejandro Rodriguez, Jefe de Inspecciones de Obras Particulares en AVN.
Con 9 personas en el área, Obras Particulares se divide en tres grupos: Visado, Catastro e Inspecciones. Alejandro lleva 5 años en la empresa y, en su área, junto con Priscilla Cepeda, recorre las calles diariamente para controlar las construcciones. La tarea que implica prestar atención al desarrollo de las obras que se realizan en Nordelta, para verificar que se respeten las normas y el trabajo armonioso de las personas involucradas en los procesos, para así no alterar la convivencia entre vecinos.
Alejandro es conocido como “Alex” entre sus compañeros de trabajo. Si bien hace años finalizó la carrera de Arquitectura en la Universidad de Belgrano (UB), gracias al estímulo cotidiano, en estos días se encuentra finalizando su tesis, sobre el proyecto arquitectónico sustentable que representa el edificio nuevo de la Asociación Vecinal, ubicado en calle Del Rincón 65.
Momentos de la construcción
A la hora de construir en Nordelta, propietarios, constructores o arquitectos comienzan las obras una vez que AVN autoriza los proyectos, luego de la aprobación de planos en Nordelta.
En ese punto, el trabajo de Rodriguez y su equipo es vital, ya que se encargan de recorrer periódicamente todas las obras que están en desarrollo, desde el inicio hasta la finalización de las construcciones. “En el día visitamos un mínimo de 4 barrios en los que se están desarrollando construcciones, lo que representa en promedio unos 60 kilómetros de recorrido por jornada. No parece, pero es bastante”, afirma. De acuerdo a la norma vigente, se observa que dentro de las construcciones se respeten las reglas internas de cada uno de los barrios y sus particularidades.
Una vez concluida la construcción, se debe solicitar el final de obra. Se trata de una obligación del propietario para finalizar los planos de la obra final y entregarlos a la Municipalidad de Tigre. Ese trámite permite que se verifique que la obra terminada respete el plano inicial.
“En el trabajo de campo de todos los días los problemas más comunes que se detectan tienen que ver con desfasajes entre la planificación original y la construcción de piletas, paisajismo y jardinería, tablestacados y muelles. Algo similar ocurre con los estacionamientos para los autos en los frentes de las casas, que se suelen agrandar posteriormente a la realización de los planos. Son cuestiones que, de revisar el reglamente, se podrían evitar fácilmente”, concluye el inspector.
Inspeccionar es una tarea central. Ya que la correcta inspección en las obras particulares permite que la Ciudad se distinga con un estilo de construcción único y seguro.
¡Mirá el video donde Alejandro te muestra cómo es su trabajo!